Difícil homenajear a alguien… Más aún si se trata de un ser
querido como lo fue mi hermana Vivi, que falleció el año pasado a raíz de una
enfermedad. Desde entonces que le dije a Pablo que quería rendirle un homenaje
a Vivi, haciendo un ascenso a un cerro no escalado.
Fanático como pocos, historiador y recopilador de
información, Pablo se puso a buscar entre sus proyectos. De una selección de
tres cerros aparentemente sin datos de ascensiones anteriores, me llamó la
atención un monte, separado de otros de alrededor, lejos de la civilización, lindando
entre las hermosas zonas del macizo de La Jaula y cordón Santa Clara. Con
glaciares alrededor y con un glaciar propio! Lo estudiamos con Gogle Earth
varias veces y a partir de allí, diseñamos un plan de ascenso. Lo intentaríamos…
El pasado 9 de noviembre, nuevamente emprendimos una
expedición liviana (aunque las mochilas pesaban sus kilos), por los alrededores
del río Tupungato. Zona alejada y comprometida. No llevamos teléfono satelital,
solo dejamos instrucciones a unas pocas personas de confianza por si no
llegábamos a tiempo una fecha determinada.
Punta de Vacas fue el comienzo de la caminata y destino de
nuestro coche que esperaría allí el tiempo necesario. Tras andar alrededor de
21 km el primer día, los cuerpos pedían un descanso. El mismo fue en la serie
de los refugios M.O.P. del año 1937. De hecho el segundo de ellos, aguas arriba
por el río Tupungato. Llamado Chorrillos, de éste refugio nos impresionó el
buen estado que tenía a pesar del tiempo y el casi nulo mantenimiento.
El segundo día de caminata nos esperaría temprano por la
mañana con el cruce del río Tupungato. Por suerte en este sector del valle, el
caudal se reparte entre brazos más chicos y así pudimos sortear sin problemas
este vadeo, a pesar de que nevaba y estaba frío esa mañana. Al cabo de un par
de horas estábamos comenzando a subir por una quebrada llamada “El Salto” en
las cartas oficiales antiguas del IGM. Según Pablo, no existían registros de
ascensiones por esta quebrada y de hecho, salvo una pirca tipo militar a 3.500
m, no encontramos absolutamente nada. Acampamos esa noche a 3.600 m todavía con
tiempo inestable, como lo fue todo ese día.
Durante el primer día, en la travesía por la ferrata.
La tercer jornada y siguiendo las previsiones meteorológicas
que habíamos estudiado, se despejó el cielo y la vista que se nos ofrecía nos
llenaba plenamente a cada paso. Cerros inexplorados, campos de nieve, cascadas
congeladas y glaciares, fueron el común denominador mientras andábamos por el
valle hacia arriba. Numerosos comentarios de asombro salían una y otra vez de
nuestras gargantas.
No me sentía bien ese día. Algo me cayó mal durante el
desayuno y tenía diarrea. Me sentía débil y mis tiempos de desplazamiento se
estiraron. La energía que otras veces he tenido en la montaña, me abandonó.
Perdí el apetito y tuve que obligarme a ingerir líquido. Pablo decía que
estábamos pagando con deuda energética la rápida caminata del primer día con 27
kg en la espalda. Aunque no lo creía así, puede que tuviera algo de razón.
Por la tarde llegamos a las cercanías del cerro que
queríamos subir. Armamos la carpa a 4.350 m, muy cerca del nevé que teníamos
planeado ascender al día siguiente. Nos pusimos de acuerdo en el nombre que
daríamos a esa cumbre, si es que no había sido escalada. Pico Vivi Lotfi fue lo
que encajaba. Aunque cabe aclarar que de pico no tiene nada, sino que entra
perfectamente en la definición de cerro o montaña. Mejor aún!
El 12 de noviembre, nos levantamos temprano y salimos hacia arriba
a eso de las 7:30. Era nuestro cuarto día de caminar y esa jornada “de cumbre” se anticipa excelente. El sol iluminó
temprano, quizás demasiado… o quizás nuestro comienzo fue tardío. Esto nos
jugaría en contra a la hora de decidir el descenso más adelante ese mismo día.
Ganamos altura rápidamente y disfrutamos otra vez de las
espléndidas vistas de los alrededores, de los glaciares y de las caras de los
cerros que forman el final de esta quebrada llamada “El Salto”.
Alrededor de las 13:30 estamos en la antecima y un rato
después estamos en la cumbre. Pico Vivi Lotfi! El GPS marca 5.264 m! Me
emociono mucho por el logro y por darle el nombre de mi hermana a este hermoso
cerro! Muchas cosas pasan por mi cabeza en ese momento, el homenaje, el
increíble paisaje, el destino, el inexplicable (o no) fin de cada uno de
nosotros… Muchas preguntas que no tienen respuesta. Sacamos fotos. Vemos los
alrededores, miro hacia el cercano Nevado Excelsior (5.776 m) y también me
llegan recuerdos de hace 2 años. Mas emociones… En ese momento todavía tenía
esperanzas. Hoy las cosas son distintas. Mi mente racional y científica es fría
y no piensa mucho en fe, delirios místicos o cosas por el estilo. Mi parte
emocional me hace seguir buscando respuestas… De esa dicotomía interior me saca
Pablo con un “vamos que todavía hay que bajar”…
Durante el cruce del río Tupungato, la segunda jornada por la mañana.
Primeras horas de caminata por la Quebrada del Salto
Campamento 2 a 3.600 m
Hacia el tercer campamento y descansando antes de llegar al mismo.
El Campamento 3 a 4.350 m se puede ver a lo lejos
La impresionante ladera SSE del pico Vivi Lotfi!
Después de dejar el testimonio debajo de una pirca,
comenzamos a descender. Debido a las condiciones de la nieve, la temperatura,
la pendiente y demás factores, vemos riesgoso bajar por el mismo lugar del
ascenso por lo que optamos por el plan B. Vamos a lo seguro. No podemos jugar
con temeridades tan lejos de un posible rescate. Decidimos descender por otra
cara que nos dejaría más abajo del campamento, a unos 3.900 m. Teníamos esta
línea vista y al parecer es una ruta de bajada sin cortes en el terreno y sin
dificultades importantes. Nuevamente “a vista” por la montaña… En solo una hora
llegamos abajo! Muy rápido! Ahora toca volver a subir por un terreno conocido.
Dos horas en las que me voy sintiendo peor a cada paso. Eso demoramos en llegar
nuevamente al campamento. Una vez allí, me tiro dentro de la bolsa de dormir.
Solo líquidos. Pablo cena y por mi parte me sumerjo en un sueño reparador.
Al otro día, no muy temprano, comenzamos a caminar en el
sentido inverso a la subida. Larga bajada que nos dejaría de vuelta en la
margen del río Tupungato a 2.700 m. Largo día también. Por suerte y debido a
haberme obligado beber líquido, voy recuperando energía y fuerzas. En horas de
la tarde estamos ante el río con toda su fuerza y el caudal algo aumentado.
Pablo insiste en que no crucemos. Que esperemos a la mañana siguiente. Mi
insistencia en cruzar y “sacarnos de encima” un problema, hace que decidamos
ponernos las sandalias cerradas y nos lanzamos a vadear el río. Momentos de
decisiones… Un tramo del agua caudalosa casi me desestabiliza. Le advierto a
Pablo. Él intenta salir ileso, pero el agua y su fuerza, hacen lo suyo y se cae
al río. Logra salir inmediatamente, pero del lado del comienzo. Así me
encuentro de un lado y Pablo del otro. Dejo la mochila y cruzo de vuelta en su
búsqueda, por otro lugar, unos metros más abajo. Logramos sortear el obstáculo.
La mochila de Pablo esta “algo” mojada, por lo que buscamos un lugar
relativamente seguro y armamos campamento. Hacemos fuego y logramos secar las
prendas mojadas. La tarde se convierte en agradable y reflexiva al lado del
fuego.
El 14 de noviembre, el último día de expedición, nos
esperaría otra caminata. Mochilas nuevamente pesadas. Dolor en los trapecios. Varios
kilómetros y la llegada a Punta de Vacas. Punto de comienzo y de fin a la vez.
Se cierra otra aventura… Pablo se va a Canadá a ver a Cecilia y pasar juntos el
mes. Vendrán días de reflexión por mi parte, momentos en los que uno se siente
inconcluso… Impasse… impasse de qué?...
Llega el momento de volver a trabajar. Las guiadas en el
Parque Aconcagua me esperan. Las fiestas de fin de año… La familia y los seres
queridos. Días de locura. Volver a pensar en el año entrante. El 2014 se
acerca. Usamos esa marca arbitraria para ordenarnos y planificar. Vuelvo a
pensar en delirios místicos y me pregunto si realmente debería usar el
calendario formal para organizar una existencia… Aunque el estilo de vida de un
montañista se aleja bastante de lo formal, creo que ayuda… Me deseo un Feliz
Año! Y se los deseo a los demás también! Feliz 2014!
Durante el ascenso a la cumbre, con el glaciar de la cara Sur
del pico Vivi Lotfi.
El final de la Quebrada del Salto con glaciares y cerros que forman una herradura.
Pablo, llegando al filo cumbrero a una altura aproximada de 5.000 m.
Con el Cº Polleras detrás..
En la cima Oeste o antecima.
Llegando a la cumbre Central.
Momentos de cumbre!
Tomando lìquido en la carpa a la vuelta de la cima.
Imagenes Google Earth de la zona.
Primer día.
Segundo día.
Tercer día.
Día de cumbre.
El Cº Tupungato. y el "Centinela de Piedra" |
Final en Punta de Vacas, después de seis día de andar...
Acá un vídeo de la ascensión. Diviértanse y aconsejo ver el vídeo con auriculares.
Hasta la próxima!
https://www.youtube.com/watch?v=Rox6dmp21UM
Referencias:
blog de Pablo: http://pablodavidgonzalez.blogspot.com.ar/
blog de Mijel: www.mijellotfi.blogspot.com.ar
AAJ: http://aaj.americanalpineclub.org/
Que lindooo che!!!! Muy lindo relato y video!!!! Gracias x compartir!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias por compartir éste momento tan tuyo, te felicito
ResponderEliminar