20 abr 2011

Arenales: MITRIA



Este es una actualización de las vías del sector Mitria del Obispo (Arenales). Debido a que desde hace 2 años el sitio sufrió el agregado de nuevas rutas con sus chapas, con el siguiente croquis y referencias, espero dar claridad a la hora de interpretar lo que se ve desde el pie de vía.
De esta forma el que así lo desee, puede estar informado de los trazados nuevos y sus dificultades al momento de parase debajo de la pared.
Escribo que el sitio “sufrió” porque a mi manera de ver las cosas se agregaron demasiados descuelgues y chapas nuevas en la pared, lo que hace que las líneas pierdan su identidad en algunas partes del recorrido y no hace más que confundir a la hora de querer seguir un recorrido lógico. Por ejemplo antes de llegar a la gran repisa, las vías de la izquierda se mezclan con la antigua “GTC 2001” (que corría oblicuamente de izquierda a derecha), prácticamente opacándola. Además, ese trozo de muro es un  cuarto grado, donde me parece que agregar tres líneas en un ancho de 20 metros no tiene mucho sentido.
Críticas aparte, y sin ser juez del asunto porque cada uno tiene su verdad y sobre gustos no hay nada escrito, el sitio está muy bueno para los que se inician y quieran escalar varios largos, ejercitando las maniobras técnicas con un amplio margen de seguridad.
Con el nuevo agregado, se facilita la movilidad de los monitores a la hora de dictar cursos o trabajar con clientes. Recordemos que este lugar es usado desde hace más de 15 años para el dictado de talleres o cursillos.
Rutas como “Azitromicina 500” (L4, 6b) o “Quiero ser de alta” (L2, 5c) quedaron de lujo. Ahora hay que ser hábil y tomarse unos minutos a la hora de ver por dónde van las líneas, en qué punto comienzan y donde se conectan con otras. Y el que no lo desee que vaya por donde se le antoje. Cada uno es libre de escalar como quiera…
El croquis no es el mejor, pero estaré receptivo a aportes más clarificadores. De hecho hay tantas rutas concentradas que me hace acordar al topo de la aguja Frey en Bariloche (salvando las diferencias).
La escala de dificultad usada para graduar es por supuesto la francesa en su versión completa… 4a, 4b, 4c, 5a… SÍ... el tercero, cuarto y quinto grados tienen a, b y c y existen! Uno puede errarle a graduar pero recordemos que el grado es meramente orientativo y si a los que escalan más les da lo mismo, es porque al escalar tan alto pierden la capacidad de discernir entre un cuarto, quinto o sexto grado y menos aun poder diferenciar un a, b o c. Si quieren dificultad, vayan al Tetón, que está muy bueno, o a otro sector.

Listado de vías y aperturistas

1 “GTC 2001” 4c, 3 largos (L1: 4b, L2: 4c, L3: 4b)
2 “Esa perra no se lo merece” 6a, 3 largos (L1: 5b, L2: 6a, L3: 4a) (Laki, 2011)
3 “I´m sorry” 5a, 1 largo
4 “Azitromicina 500” 6b, 4 largos (L1: 5c, L2: 4a, L3: 6b, L4: 4c) (Laki, 2010-2011)
5 “Vizcachas” 5b, 1 largo
6 “Veinteañera golpeada” 5b, 2 largos (L1: 5b, L2: 4c) (Laki, 2011)
7 “Chimenea” 5a, 1 largo
8 “Cóndor pasa” 5c, 5 largos (L1: 5b, L2: 5b, L3: 5b, L4: 5c, L5: 5a)
9 variante “Cecilia” 6a, 1 largo (Cecilia Angulo y Laki, 2008)
10 “Bambina” 5b, 1 largo
11 “Quiero ser de alta” 5c, 2 largos (L1: 5c, L2: 4c) (Laki, Carlos Celato, Federico Indovina, 2010)
12 “Veinte añitos” 6a, 3 largos (L1: 6a, L2: 4c, L3: 4c) (Mijel Lotfi, F. Indovina y Laki, 2009-2011)
13 “Bengala perdida original” 5b, 3 largos (L1: 5b, L2: 4c tradicional, L3: 5b)
13´ “Bengala (variante placa)” 5c/6a, 1 largo
14 “Elida” 5b, 1 largo
15 “Filo de la derecha” 5c, 3 largos (L1: 4c, L2: 5c, L3: 4c)
16 “Gran placa” 6b, 2 largos (L1: 6b, L2: 4c)
17 “Mama te quiero” 6a, 3 largos (L1: 6a, L2: 5b, L3: 4c)
18 “Sueños vaginales” 6a+, 1 largo
19 via nueva "???" 5c, 2 largos (L1: 5c, L2: 5c) (Laki, 2011) esta en el muro superior, totalmente a la izquierda. Buena línea. Atención al rapelar!!! La cuerda no llega a las cadenas y es necesario realizar alguna maniobra compleja o ir con dos cuerdas!!



Comentarios
-“Esa perra no se lo merece” es la primera línea clara que se ve yendo de izquierda a derecha. Otra posibilidad para orientarse es desde “Chimenea”, que va evidentemente por una chimenea y los seguros son grampos.
-“GTC 2001” se pierde en el segundo y tercer largo por entrecruzarse con las otras tres rutas y por tener pocos y alejados seguros (para orientarse, son la mayoría grampos).
-“Azitromicina 500” comienza después del primer largo de “I´m sorry”. “Veinteañera golpeada” comienza después de “Vizcacha” o “Chimenea”.
-El segundo largo de “Cóndor pasa” tiene una variante más directa hasta el segundo relevo. La variante se llama “Cecilia“ y es 6a, de hecho es la más usada.
-“Quiero ser de alta” empieza con dos chapas desde el final de “Bambina” (sería una variante de “Bambina”) que nos llevan al primer relevo de “Quiero ser…” justo a la derecha de la clásica cadena de “El cóndor pasa”.
- “Veinte añitos” es la única línea nueva que nace independientemente y nos lleva a la gran repisa de mitad de la pared.
-El segundo largo de la clásica “Bengala perdida” es tradicional y debemos llevar material de autoprotección para escalarlo. Tiene varias posibilidades desde el 4c al 5b.
-“Mama te quiero” es la continuación de tres largos de “Sueños vaginales”.
-“Filo de la derecha” esta parcialmente equipada en su segundo y tercer largo. Conviene llevar material móvil para proteger.
-De las nuevas vías a destacar las mejores: “Azitromicina 500” completa y “Quiero ser de alta” que se puede conectar con alguna de la placa de arriba.
-Cuidado al rapelar desde lo más alto ya que si llevan cuerda de 50 metros a veces no alcanza para llegar al relevo inmediato inferior y debemos desviarnos hacia los descuelgues de otras rutas.

No más comentarios. Vayan a escalar!


En resumen

1 “GTC 2001” 4c
2 “Esa perra no se lo merece” 6a
3 “I´m sorry” 5a
4 “Azitromicina 500” 6b
5 “Vizcachas” 5b
6 “Veinteañera golpeada” 5b
7 “Chimenea” 5a
8 “Cóndor pasa” 5c
9 variante “Cecilia” 6a
10 “Bambina” 5b
11 “Quiero ser de alta” 5c
12 “Veinte añitos” 6a
13 “Bengala perdida original” 5b
13´ “Bengala (variante placa)” 5c/6a
14 “Elida” 5b
15 “Filo de la derecha” 5c
16 “Gran placa” 6b
17 “Mama te quiero” 6a
18 “Sueños vaginales” 6b

Referencias
Escaladas en Mendoza (Mauricio Fenández) todas las ediciones
Counicaciones personales
Gracias F. Indovina, Laki y a los que colaboraron en la labor de investigación.
Se aceptan nuevas sugerencias y datos.

18 abr 2011

Arenales: PILAR SALIDO II

Nuevas vias en el Pilar Salido, en la pared de la derecha del pilar mismo.
Se accede facil a pie siguiendo un canalon vegetado.


Son de caracter deportivo y para rapelar hay instaladas dobles sistemas de argollas.
Se pueden subir haciendo un solo largo o dos de menor longitud.
Muchas placas para abrir vias!

En las labores de la apertura de rutas



Atardecer mirando hacia Manantiales y al Pilar Salido

15 abr 2011

Potrerillos

Reciente sector de escalada ubicado a escasos metros del río Mendoza y con un fácil acceso desde la ruta internacional (nº 7) a Chile.
Yendo con dirección a Uspallata, el lugar se encuentra a solo 500 metros antes de la empresa Ríos Andinos Rafting. Es posible llegar con el coche hasta muy cerca del sector.
Las vías de escalada se comenzaron a equipar desde mayo de 2008, fecha en que los descubridores (Mariana Gallego y Fideo Molina) encontraron el lugar.
Con un juego completo de cintas expreses y una cuerda de 50 metros es suficiente para escalar aquí. El uso del casco es casi obligatorio para el asegurador ya que al ser roca tipo conglomerado y las rutas al estar “no limpias” en su totalidad, provocan la caída de piedras constantemente.

Por ahora las vías y sus aperturistas son:
1- Tangaless 6a+ (Fideo), 6a si es con inicio rodeando primer chapaje por derecha
2- Apichonaste 6b (Fideo)
3- El paraguayo 6c (Fideo)
4- El grito del abanderado 6b+ (F. Indovina)

5- Cabernet 5b (Federico Indovina)
6- Malbec 5a (Federico I.)
7- De pura cepa 4c (Fede Indovina)
8- Vendimia 5b (F. Indovina)



nueva Paradoja 6c (Nacho Elorza)
9- El mosaico 7b (Fideo)
10- La raja entre las bolas 6a (Fideo)
11- El choreo 6a+ (F. Indovina)
12- Papitos y papitas 6b (Fideo)
13- Bolas calientes 6c (Fideo)
14- Pecho fresco 7a (Fideo)
15- El empalador 7b (Fideo)
16- El balero 6b+ (Fideo)
17- El rulemán 6b (Fideo) grado concentrado en los 3/5 movimientos iniciales...
18- Purito 6b (F. Indovina)



19- Inferi 5a (F. Indovina)
20- Dictadura 5b (F. Indovina)
21- Demagogia 4a (F. Indovina)
22- Porcina 4c (F. Indovina)
23- El tatuado 5a (F. Indovina) vía que alguien desmanteló en 2018!!!
24- Monarquia 4c (F. Indovina)
25- La orden obvia 5b (F. Indovina)
nueva- Blandengues 5b (M. Lotfi) comparte cadena con Orden obvia
26- Harry el Sucio 5b (F. Indovina)
27- Pandemia 6a (F. Indovina)
nueva- Violencia Ribas 5c (Mijel Lotfi)



A escalar pues!!!

5 abr 2011

Historia en la pared Oeste del cerro Aconcagua

Texto: Mariano Galvan
Fotos: Mariano Galvan (gentileza)

Este verano tenía como objetivo la pared Oeste del cerro Aconcagua, no era que me atrajera mucho, ya que al pasar la mayoría de mis años trabajando por el lado de Plaza Argentina, no tenia la oportunidad de quedarme maravillado con los rojos atardeceres de Plaza de Mulas. Pero aquí entro un poco en juego el ego, el cual me decía que podía ser la primera persona en escalar las cuatro caras del Aconcagua en solitario, hasta el momento nadie lo ha hecho. Pero las cosas que nacen del ego no tienen un final feliz, y mi historia así lo atestigua.
Estaba finalizando la temporada, tan solo faltaban unos diez días para regresar a la civilización, y consulte el pronóstico, el cual me alentó a cruzarme desde Plaza Argentina, hacia Plaza de Mulas. Pero el pronóstico, durante esa semana tuvo la misma credibilidad que el horóscopo. No le pegó nunca. Comencé mi jornada a las 6 de la mañana, con un clima tranquilo, pero esto no duraría mucho, las nubes comenzaron a entrar y luego a nevar. Cuando me descolgué desde cólera, tenía mas de 50 cm de nieve y un viento helado golpeaba mi cara. El pronóstico decía algo nublado y viento de hasta 20 km/h. Nada de eso. Tras una larga jornada logro llegar a Plaza de Mulas, gracias a Dios, los guardaparques me brindaron un lugar cálido y una buena comida.
El panorama no era muy alentador, nevaba y mucho. El día siguiente obligado descanso. Nuevamente chequeo el pronóstico y decía que iba a haber sol. Al mismo tiempo que veía los cálidos símbolos del sol en la pantalla, afuera la nieve caía a 45°, inducida por un fuerte viento. Me dí cuenta de que debía abortar la idea de escalar la “tapia de Felipe”, una mítica ruta que no se había repetido en unos 15 años.


Tan solo había podido tomar unas fotos el día que llegué, entre ráfagas de viento blanco, el resto lo había estudiado de viejas guías, que como notaría mas tarde, no estaban del todo acertadas con el estado actual de la roca y la nieve. Finalmente pase el tercer día en Plaza de Mulas con vientos muy fuertes y no paraba de nevar. Alentado por un amigo que había intentado dicha ruta, me dispongo a salir el cuarto día muy temprano a la mañana. El plan era el mismo con el que venia haciendo las otras caras de la montaña. En el día y con lo mínimo en mis espaldas, sin bolsa de dormir, y sin ningún compañero que me pudiera brindar protección. Pero esta vez, fui un poco más, no lleve tornillos para colgarme, ni arnés, ni cuerdas para realizar algún rapel de emergencia. Parte de mi sabía que no debía ir, pero hay cierta presión cuando uno emprende este tipo de compromiso, ya sea entre amigos o con el ego de uno.
La noche era perfecta, se había calmado totalmente, las estrellas brillaban, y todo el mundo dormía en Plaza de Mulas. Me levante a las 2:30 y comencé los preparativos, agua, comida, abrigo, etc. A las 3 estaba caminando hacia mi primer destino, que sería el campamento Canadá, a unos 4900 metros. De allí debería, hacer una travesía ascendente, hacia un canal, que se bifurca en forma de V, muy fácil de distinguir durante el día, pero recordando que a esta cara de la montaña le llega muy tarde el sol, encontrarla fue un acto de suerte. Las nubes entraban y salían amenazantes, por el momento no representaban un problema, parecía que no iba a nevar, simplemente parecía.
Una vez encontrado el canal, para acceder a el hay que escalar una muy pequeña franja rocosa de grado 4º, y me encontré con la primer hermosa cascada, ví fotos de ella gracias a mi amigo
Vito, el cual me había alertado, que no tomara la fisura que se encuentra por la derecha, y la cual se ve muy tentadora para escalarla, por la calidad de la roca, y no verse muy difícil.
Pero él que la había intentado, ya que por la cascada caían muchas piedras, tuvo que regresar porque al final de dicha fisura, se encontraba un extraplomo, que no había podido superar. Cabe destacar que Vito es un fuerte escalador y había ido con cuerdas y compañero.


Como había llegado temprano a la base de las cascadas, las piedras no caían, y el viento no estaba presente, me habían dicho que si pasaba las dos primeras cascadas el resto seria sencillo. La primer cascada es un hielo de 90°, verdadero hielo 90, con forma de chorreras, y de una dureza muy, muy alta. Al ser irregular la superficie de la cascada, es muy difícil colocar una protección, en el caso de escalar con compañero. Cabe destacar que el año pasado, una cordada que intento esta cascada, sufrió la caída al tratar de de colocar un tornillo y el escalador al caer se le torció la rodilla hacia atrás, por lo que tuvieron que abandonar la escalada. Tuvo suerte de no quebrarse. Afortunadamente pudieron bajar por sus propios medios.
Completo la escalada y logro pasar la primer cascada, muy feliz de dar el primer paso hacia esta hermosa ruta, que vislumbraba muy dura. Transito un corto nevé de 40°, y me encuentro con el segundo desafío, demasiado cerca del primero, todavía no recuperaba el aliento.


Pero me debía mover rápido, ya que empecé a ver rastros de avalanchas del día anterior, caminaba por sobre los escombros de nieve en forma de grandes cubos. Analizo la cascada y veo que por izquierda es muy vertical, así que la derecha es la opción, el hielo es mas homogéneo y liso, me siento mas tranquilo, ya que la máxima inclinación es de 80°, pero todo no estaba dicho. A unos diez metros de comenzar la escalada, me encuentro con un pequeño escalón donde clavo la herramienta, pero al traccionar para subir, se me zafa la herramienta, y rápidamente veo pasar la pared delante de mí. Veo hacia el pie de la cascada, se que voy a caer y veo la mejor manera de aterrizar, si es que existe una. Pero mi cuerpo pivotea sobre la piqueta izquierda, que esta fuertemente clavada, y la dragonera estrangula mi mano. Rápidamente vuelvo a clavar la piqueta derecha, no tengo tiempo para pensar y dar lugar al miedo. Termino de escalar esta casacada de unos 20 a 25 metros y salgo muy feliz al segundo nevé. Me tomo unos minutos para filmar y reflexionar brevemente, no llevaba arnés ni tornillos por lo que no podía colgarme de seguros para descansar, creo haber tocado mi límite. Mi cuerpo tirita por unos segundos, y una vez pasada la adrenalina, que se había volcado en mi sangre; mi corazón y mi respiración se tranquilizan un poco.
La nieve es muy onda en esta parte de la ruta, me cuesta avanzar. El canal serpentea de manera muy cerrada y no se ve bien cual será el próximo destino. La guía decía que el siguiente reto era una franja rocosa que se pasaba por izquierda de grado 6a, unos 10 metros o menos. Pero no fue tan así. Cuando logro divisar la banda rocosa, noto que esa formación estaba como comida en su parte inferior, adquiriendo la forma de una pequeña ola de unos 7 metros de alto, en su parte central se encontraba una formación de hielo que le llamamos una vela de hielo, que no alcanzaba a conectar con el nevé y con el pedestal de hielo que se había formado. Me acerque rápidamente hasta ahí, pero luego de un par de intentos me dí cuenta de que no la podía escalar. Entonces pensé que la ruta iba más a la izquierda, pero me equivoqué en ello también, y luego de realizar unas escaladas muy comprometidas, regreso a la banda rocosa para ver la manera de atravesar aquella parte. Para esto ya estaba consumiendo gran parte de mis reservas de energía. Esta vez decidí arriesgarme un poco más. Me subo a un pequeño pedestal de hielo que se había formado, elevo mi pierna izquierda para trabarla en un resalte, mi mano derecha sujeta la herramienta y de mi mano izquierda cuelga la otra herramienta, permitiéndome asir con la mano alguna toma de piedra. Pero en el tiempo que tardo en limpiar las tomas por izquierda, mi herramienta derecha zafa y salgo disparado hacia atrás, no sin antes clavarme el grampón en la cara interna de mi pierna derecha. Es un dolor fuerte, pero ahora debería preocuparme por la caída, mi nuca golpea la nieve, realizando un giro completo, acto seguido comienzo a deslizar por el nevé y en unos metros logro controlar la caída ya que la nieve es muy profunda. Gua!! pienso dentro mío, ahora a encargarme de la herida en la pierna. Esta no sangraba, estaba a salvo una vez más. Dí por terminado mi intento de escalar por ahí.

Llamo a Vito, para que me ayude por radio, le pregunto por un canal que se encontraba por derecha de mi posición, para ver si era factible intentar por ese lado, afortunadamente me dice que sí, que si encontraba el paso que intentara por ahí. Fácilmente llego al comienzo del canal, pero como no eran pocas las complicaciones, la nieve no se hace tardar y cae copiosamente. Tenía que avanzar por un canal de unos 3 metros de ancho y con nieve de unos 80cm o más. Me siento fuerte y avanzo, con la esperanza de saber de que si pude pasar todas esas cosas ya no tenía más de que preocuparme.

Fue un camino largo ese canal de unos 400 metros que finalmente me deja en el filo suroeste, pero era tan baja la visibilidad que me encuentro confundido. Una alta muralla de piedra se alza ante mí, desconcertado, tomo por la derecha de ella y realizo una travesía sobre nieve de 60°. Pero no llego a ningún lugar seguro. Debo regresar y nuevamente me comunico por radio con mi amigo en Plaza de Mulas para que me guíe. Debo continuar por izquierda, faldeando una alta pared de roca, hasta que esta finalmente se angosta, dejando unos 15 metros por superar, pero en la base de la misma, me encuentro con que está un poco desmoronado y la escalada no es tan fácil. La caída que tuve en la parte anterior y el haber quedado colgado de una herramienta, hacen dudar al momento de encarar este desafío, a lo que hay que sumar que nevaba copiosamente. Estoy desanimado, no veo posible la escalada con grampones y con la mochila puesta. Decido realizar un vivac, y ver que pasa el día siguiente. Me encuentro a 6200m y nieva, mi pronóstico no es bueno, si pensamos que tan solo cuento con una delgada bolsa impermeable para abrigarme durante una muy larga noche, donde las temperaturas rondan los -25°. Ya lo he hecho antes pienso, pero eso no logra quitarme el frío que me envuelve, y que me lleva a pasar tiritando toda la noche, es un buen síntoma pensé, si tiritas es porque tu organismo esta luchando contra el frío, pero a la vez estaba consumiendo calorías y dejando a mi cuerpo exhausto. Era tanta la contracción muscular que sentía como se “dormían” mis pies, es decir, esa sensación de cosquilleo cuando le falta la circulación.
La mañana siguiente estaba perfecta, pero mi cuerpo había hecho un esfuerzo muy grande para escalar entre tanta nieve y para sobrevivir a una noche tan fría, no tenia energía para nada. Por lo que decidí bajar, pero cabe destacar que no tenía cuerdas para descender por las cascadas de hielo. Viendo que la mañana era perfecta, me apresuré a llamar a los guardaparques y pedirles que si me podían tirar unas cuerdas y arnés para poder bajar, aunque sabía que no era una tarea fácil, ya que la ruta es muy angosta e iba a ser difícil colocar el helicóptero ahí dentro. El resto de esta historia la debería contar “EL DURO”, el piloto del helicóptero, pero bue… Me encontraba a 6200 m, el helicóptero no podía acceder a esa altura y maniobrar ahí, así que debería bajar lo más que pudiese. Desarme mi pequeño vivac, y debo decir que me costó más de 15 minutos colocarme cada parte externa de las botas, estaban muy congeladas. Destrepe el canal, que me había servido de variante a la ruta original, y regrese a la última banda rocosa donde había sufrido la caída. Allí llego El Duro con un regalo del cielo, un petate con todas las cosas que necesitaba para poder autorescatarme. Las aspas del helicóptero pasaban muy cerca de la pared, a unos 5 u 8 metros de distancia, era de película, la cuerda que sostenía la carga pendulaba, y ambos sabíamos que si no la dejaba caer en una pequeña terraza, la carga podría precipitarse hacia abajo. Pero no por nada es uno de los pilotos más experimentados y dejó caer la carga a unos 5 metros de donde me encontraba. Organicé el material y comencé con los rapeles, fueron tres rapeles de 50 metros cada uno. Realice puentes de hielo (avalakovs), y por ello pasaba un cordín, esto me servía de anclaje para poder pasar la cuerda y así rapelar. Nuevamente la nieve se hizo presente para complicar un poco mas las cosas. Yo tomaba todo como una dura prueba, para mi cuerpo y para mi mente. A eso de las 6 de la tarde logro salir de aquella angosta y fría prisión.
Afortunadamente, Quique Klausen (un guía cordobés), estaba en el campamento de Canadá y al verme se acerca a mi con un termo de te caliente, y me quita la pesada mochila, hasta llegar a sus carpas. Donde dos chicas de Brasil, muy bonitas ellas, me realizarían una entrevista, para la televisión de Brasil. Así entre mates y sándwiches, van realizando preguntas para la entrevista. El sol se pone cálidamente y se deja ver después de tantas nubes y nieve, es un regalo y me hace olvidar tanto sufrimiento. Con cierta resistencia, abandono el campamento de Canadá, y bajo hasta Plaza de Mulas, donde todos me estaban esperando con abrazos y mucha preocupación.
A descansar y a reflexionar. Esta historia tuvo en final feliz, gracias a toda la gente que se preocupó por mí.

Mariano Galvan


2 abr 2011

Rescate en el Cerro Pirámide. La versión de Mariano

Texto Mariano Galvan

Paso a detallar mi versión de los hechos ocurridos en una de las caras del cerro Pirámide, donde Belen Pedernera y Tomas Godoy, se perdieron durante los días de enero de 2011.

El día 17 de febrero guardaparques se comunica conmigo, solicitando si puedo colaborar con la búsqueda de dos personas desaparecidas en la cara oeste del Aconcagua.

Después de haber tenido un día duro de trabajo porteando, me dispuse a preparar mi equipo personal de manera muy rápida, en menos de una hora y media que me notificaron, el helicóptero me pasó a buscar. Me zambullí literalmente hacia su interior, el cual me llevo a Horcones a eso de las 19 horas y me puse en contacto con gente de guardaparques que me explicaron un poco la situación: dos personas, luego de haber estado unos 6 días, en el cerro Pirámide, dos personas fueron avistadas y no se sabe en que estado se encuentran, si tienen alguna lesión, no se sabe nada ya que no pueden comunicarse con ellos. De inmediato les pedí que me pusieran en contacto con la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza. Se sabia que las personas estaban allí desde hacia varios días, y se que las posibilidades de sobrevida después de tanto tiempo disminuyen rápidamente. No sabíamos con que equipo contaban, si estaban heridos o no, si estaban edemados, nada; no teníamos comunicación con ellos y eso era desesperante. Si tan solo hubiesen llevado un equipo de radio la historia habría sido diferente. Solamente los habíamos podido divisar desde el helicóptero, y uno de ellos nos hacia vivas señas con una prenda fluorescente. El lugar era de difícil acceso, habría que escalar en hielo y esquivar muchas piedras. Esta quebrada no es muy transitada, y poca gente ha escalado las montañas que en ella se encuentran.

Me comunico con Tony, de la Patrulla de Rescate y rápidamente diagramamos un plan de acción, allí también estaba el legendario Yuyo Tarditi, conocerlo fue un honor, nos aportó su experiencia y sus conocimientos de Aconcagua. Les pedí que si me podían dejar ese mismo día en la entrada de la Qª del Sargento Mas.

Y así fue, volé desde Plaza Argentina, a Horcones, de ahí a Plaza de Mulas y de ahí a la entrada a la Qª del Sargento Mas. Sin el helicóptero no se podría realizar tan titánica tarea.

En el inicio de la quebrada se encontraba Pachacho (oficial Altamirano), jefe de la patrulla, el cual me comunica que ya dos policías se encontraban en la base del Cº Pirámide y habían instalado un campamento avanzado. Así mismo me proveyó de material técnico, para poder realizar el rescate. Así que me empecé a cargar cuerdas, tornillos, clavos, jumar, poleas de rescate, etc. Ya empezaba a cargarse la mochila, además de la comida y agua para la gente perdida. Comencé mi marcha a las 10 de la noche y logre contactar al equipo de avanzada pasada la media noche. Estaban cansados ya que habían intentado llegar al col del Cº Pirámide, pero habían equivocado el camino y se habían tenido que volver. Me brindaron algo caliente y comida. Decidimos el plan a seguir y dormimos un par de horas mas como para recuperar energías, a las 4 de la mañana nos pusimos el equipo técnico, arneses, botas polainas, y emprendimos la marcha en una oscuridad total, y ansiosos por contactar a la gente.

Me llamaron para este rescate, ya que he estado un par de veces en esta quebrada, escalando la Pirámide y el Cº Mirador. Pero la oscuridad me confundió un par de veces, erramos unos canales de subida, pero finalmente, logramos encarar la subida hacia el col correctamente. En uno de los canales, una piedra, impacto en mi rodilla izquierda, el dolor me hizo ver luces entre tanta oscuridad. Era de madrugada y todavía me faltaba recorrer mucho camino, debí de hacer caso omiso al dolor y continuar, no nos podíamos dar el lujo de retroceder. Cuando salió el sol, el calor se hizo sentir, y las piedras a volar, eran repetidas las veces que debíamos de gritar “piedra!!!”, para alertar a nuestros compañeros. Este era una de las principales amenazas. Finalmente alcanzamos el col con el Cº Pirámide. Descendí primero para ver el cuadro con el que nos encontraríamos, y luego coordinar los refuerzos.

El cuadro fue más alentador de los que pensábamos, Belén me recibió con llantos de emoción al verme, mientras que Tomás sonreía, entre una mezcla de pensar si estaba alucinando del hambre y la sed que habían tenido que padecer luego de seis días en un ambiente muy hostil. Eran las dos de la tarde. Les brinde comida y agua. Habían estado bebiendo arcilla liquida, barro y otras delicias que corrían por la pequeña quebrada donde se encontraban, ya que no había nieve para derretir. Una vez hidratados y alimentados, les informe que equipo deberían cargar y cual dejar. Gentilmente accedieron y salimos a caminar lentamente hacia arriba, parando a seguir comiendo e hidratando. Atrás tuvimos que dejar abandonados como un campamento fantasma, carpa, aislante, termos, ollas, etc. Ya que eran cosas que no podíamos cargar, todos estábamos cansados y debíamos movernos con urgencia, el clima era bueno, pero nunca se sabe en Aconcagua cuando puede empeorar. Cuando llegamos al col, nos encontramos con la grata sorpresa de que mas gente estaba llegando a ayudarnos con el rescate, el policía Fredy y los guías Nacho Lucero y Mijel Lotfi. Juntos aunamos esfuerzos para fijar cuerdas de vuelta hacia la Qª del Sargento Mas y de esta manera realizar rapeles para salir lo mas rápido y seguro de ese lugar. Tuvimos que pasar por pendientes de 40° de hielo que si las destrepaban íbamos a perder mucho tiempo, y era riesgoso. Finalmente a las 9 de la noche, llegamos al campamento en la Qª del S. Mas, donde simplemente caí rendido del cansancio sobre unos pedazos de aislante, gentilmente mis amigos, me brindaron sus camperas para abrigarme, ya que no había llevado la mía, para poder moverme mas rápido. Luego de una reconfortante noche, Horacio Freschi “El Duro”, nos vino a buscar bien temprano, ahorrándonos un día de caminata. Nuevamente debemos agradecer a este extraordinario piloto. Finalmente me llevaron de nuevo hacia Plaza Argentina, donde debía seguir trabajando al día siguiente. Cansado pero contento de haber podido participar en un rescate, donde todo resultó tener un final feliz.

Moraleja, si van a escalar a un lugar técnico y por el que no circula mucha gente, además de un buen botiquín, cuenten con un equipo de comunicación, si no tienen uno propio lo pueden alquilar. Y créanme que les puede salvar la vida, o resolver una situación complicada en mucho menos tiempo.